30 mayo, 2011

Leonora

Alberto Blanco
 
Periódico La Jornada
Domingo 29 de mayo de 2011, p. 2
Convencida de que la realidad no sólo es mucho más compleja de lo que imaginamos, sino de lo que podemos incluso llegar a imaginar, Leonora Carrington, con su telescopio y su microscopio amalgamados simbólicamente en la imagen alquímica del huevo –yema y clara, Sol y Luna, masculino y femenino, día y noche al mismo tiempo– supo siempre que en su obra era posible mirar hacia el pasado y descubrir una tradición viva que se remonta más allá de sus ancestros celtas hasta llegar a sus pinturas favoritas: el bestiario de las cuevas de Altamira. Sin embargo, en su obra también es posible escudriñar el futuro y sus pavorosos enigmas. No en balde esta artista vio la vida con ambos ojos –telescopio y microscopio, hacia fuera y hacia adentro– como escribía y dibujaba con ambas manos. Ambidiestra y ambisiniestra. Interesada en lo Grande y lo Pequeño –eso que en el simbolismo tradicional se conoce como los Grandes Misterios y los Pequeños Misterios– nunca se desentendió de los grandes temas científicos o filosóficos; pero tampoco le dio jamás la espalda a lo que podrían considerarse las minucias y los detalles de la realidad cotidiana que, en realidad, pueden ser más grandes y misteriosos que los mayores misterios y temas.

http://www.jornada.unam.mx/2011/05/29/cultura/a02n2cul

26 mayo, 2011

05 mayo, 2011

Boletín que está haciendo circular la editorial Tusquets

México, D.F. a 2 de mayo de 2011
Piden a autor desalojar auditorio en Tlaxcala
México, D.F. a 2 de mayo de 2011
 
En medio de la presentación de la novela Tijuana: crimen y olvido, en la Casa del Artista de Tlaxcala, le piden al autor que desaloje el auditorio
Hace unas semanas recibimos una invitación del Instituto Tlaxcalteca de Cultura para que nuestro autor, Luis Humberto Crosthwaite, presentara su novela más reciente, Tijuana: crimen y olvido (Andanzas, noviembre 2010), en la Casa del Artista de Tlaxcala el viernes 29 de abril, a las 18 horas.
El pasado viernes, el autor acudió al auditorio, que alojaba a unas cincuenta personas, en su mayoría estudiantes. Con los comentarios de la escritora Gabriela Conde se inició la presentación de la novela, que transcurría de manera habitual hasta que llegó el momento en que el autor hizo algunos comentarios que al parecer incomodaron al recién nombrado director del Instituto Tlaxcalteca de Cultura, Carlos Gerson Orozco García. De inmediato el autor recibió un mensaje escrito en el que se le notificaba que “por órdenes del Director debe suspender la presentación y desalojar la sala de inmediato”. Además se le informó que había patrullas afuera del lugar.         
El autor terminó de responder la pregunta que le había hecho una persona del público y dio por concluida la presentación, a continuación se acercaron unas personas a pedirle que dedicara sus libros, pero sólo alcanzó a firmar unos cuantos ya que empleados de la institución comenzaron a apagar las luces del auditorio. Crosthwaite fue escoltado hacia la salida por empleados del instituto. 
Ya en la calle, algunas otras personas le solicitaron firmar sus libros, pero fue instado nuevamente a desalojar la zona. Poco después llegó la versión oficial de que se trataba de un desalojo judicial, debido a problemas que la institución tenía con unos locatarios, razón por la que había llegado la policía. En realidad, ni el autor ni su público vieron nunca una patrulla en el lugar. Posteriormente, por medio de diversas fuentes se supo que la Casa del Artista siguió funcionando y no había sido desalojada en su totalidad, como le habían informado al escritor, seguían laborando los empleados y un taller de grabado continuó su labor sin interrupción alguna. Una hora después del incidente la casa aún mantenía sus puertas abiertas.
En el largo historial de Tusquets Editores, ésta es la primera vez que un autor nuestro sufre de este trato por parte de una institución pública. Nos indigna la intolerancia  y condenamos cualquier muestra de censura.
La novela que publicamos, Tijuana: crimen y olvido, de Luis Humberto Crosthwaite, versa sobre el peligro que corren los periodistas en el ejercicio de su profesión, lo cual convierte en algo mucho más sintomático este acontecimiento.